domingo, 15 de noviembre de 2009

Tema Nº 1 LA SOCIEDAD Y SU EVOLUCIÓN (Parte III)

COLONIALISMO


El colonialismo es la influencia o la dominación de un país por otro más poderoso de una forma violenta, a través de una invasión militar, o sutil, sin que intervenga la fuerza. Esta dominación puede ser política, militar, informativa, cultural, económica o étnica.


También se le puede llamar neocolonialismo para hacer referencia a una dominación de tipo económico, e incluso político, sobre un estado jurídicamente independiente. En sentido similar se utilizan los términos imperialismo y nuevo imperialismo.


La importancia colonial y su historiografía ha tenido un gran rol dentro de las disciplinas históricas, y se ha visto robustecida en los últimos años a raíz de la necesidad de comprender mejor los procesos globales.

En términos generales puede decirse que las primeras colonias aparecen con los primeros imperios hace 5.500 años. Existieron colonias sumerias, babilónicas, egipcias, fenicias, cartaginesas, griegas, romanas, mayas, incas, aztecas, japonesas, chinas, hindúes, ghanianas, malianas, etc.En el siglo XV, la expansión europea dio lugar a colonias similares a las romanas, griegas,etc. en continentes como América Asia, Oceanía,...prolongándose en los siglos XVI,XVII y XVIII.


Pero en el uso estricto del término, el colonialismo a gran escala comenzó hacia el siglo XIX cuando Europa iniciará un proceso de expansión económica, y colonización económica (denominado expansión capitalista) de casi todo el mundo.


El colonialismo europeo moderno comenzó en el siglo XV con los viajes de los portugueses a lo largo de la costa oeste de África. Junto con los españoles, fueron los primeros en establecer sus colonias en ultramar, y se aferraron a ellas incluso después de que su fuerza imperialista se hubiera perdido. Sin embargo, el colonialismo alcanzó su momento de máxima importancia desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX.


Los países europeos que más protagonismo tuvieron en este proceso fuero Inglaterra, Francia y Alemania, que se repartieron el continente africano, (donde tan sólo quedaron dos países independientes: Liberia y Abisinia) e intentaron extender sus zonas de influencia por diferentes zonas del mundo como Europa Oriental, Oriente Medio, Extremo Oriente o el Caribe. Países como Italia, España, Portugal y Bélgica también intentaron llevarse su parte en este reparto, aunque no consiguieron tantos territorios.


El colonialismo ha llegado a suscitar un intenso debate moral y político en nuestra época, especialmente a partir de la II Guerra Mundial. Pese a que algunos estados han intentado justificar la creación de imperios coloniales en el pasado, muchas antiguas colonias han definido el colonialismo como un sistema de explotación que las potencias más fuertes imponían a las más débiles y que ocasionaba una situación de atraso económico, así como conflictos raciales y culturales, en las zonas colonizadas.


Las relaciones coloniales han cambiado considerablemente a lo largo de la historia. Algunas colonias han recibido la afluencia de numerosos habitantes del país colonizador, mientras que apenas ha llegado población nueva a otras. Las hay que han sido sometidas a un control riguroso por parte de sus colonizadores; sin embargo, en otras sólo se ha realizado un control somero y extraoficial. Unas se han fundado en ultramar, y otras se han establecido en un territorio adyacente al de la nación colonizadora.


DESCOLONIZACIÓN


La Independencia de los Estados Unidos en 1776 dio origen a un amplio proceso de descolonización y creación de naciones independientes. Durante el curso del siglo XIX se independizaron Haití y las poblaciones americanas sujetas al dominio español. Durante el curso del siglo XX se independizaron las colonias europeas en África y Asia.


CARACTERÍSTICAS DE LA CULTURA COLONIAL

Respeto y obediencia ciega al Rey, cuya autoridad se consideraba de derecho divino.

Concepto de superioridad del blanco español y sus descendientes sobre los grupos sometidos: indios, negros y pardos en general. Esto condujo al establecimiento de privilegios a favor de los blancos y a la oposición de éstos a todo intento de los grupos sometidos para ascender en el plano social y cultural.

Intorelancia religiosa y un profundo resentimiento católico, dogmático y excluyente de toda religión. El espíritu religioso predominaba en todas las manifestaciones culturales de la sociedad colonial.

Espíritu de dominio y conquista y un concepto feudal del trabajo físico, de las artes manuales y los oficios, considerados por los blancos como ocupaciones viles, impropias de su condición de hidalgos.


CARACTERÍSTICAS DE LAS SIGUIENTES MANIFESTACIONES CULTURALES.


PINTURA: no hubo escuelas ni academias de pintura durante la colonia. La practica de este arte respondía a las necesidades de la Iglesia y comenzó con la ejecución de copias e imitaciones de pinturas originales traídas de España o de las colonias de mayor desarrollo como México y Santa Fe de Bogota. El oficio de pintar estuvo generalmente en manos de mestizos y pardos, bajo la dirección de misioneros y frailes, y consistió en la pintura de imágenes de santos, episodios bíblicos y retratos de personalidades de la Iglesia. La poca calidad de los modelos, el origen social de los artesanos encargados de su ejecución y la imposibilidad de éstos de conocer directamente obras y maestros extranjeros, determino que la pintura colonial en Venezuela fuera anónima, escasa y de poca calidad artística.


El auge económico del siglo XVIII, después del establecimiento de la Guipuzcoana, se reflejo también en un desarrollo relativo de la pintura. Sin apartarse de la temática religiosa y dentro de una abundante producción anónima de carácter popular, la pintura fines de la colonia permite identificar a algunos destacados artistas, entre los cuales sobresale como el más representativo, Juan Pedro López.

El movimiento de independencia significó un cambio de orientación y una ruptura con el arte colonial exclusivamente religiosa. Con él aparece el retrato civil y militar, y sobre todo, surge la pintura histórica, que recoge en el lienzo los episodios fundamentales de la lucha por la independencia nacional. En este aspecto debemos mencionar el nombre de Juan Lovera (1778-1841), considerado como el iniciador de la pintura histórica de nuestro País, gran retratista, y autor de dos obras fundamentales de este genero: 19 de Abril de 1810 y el 5 de Julio de 1811.


La pintura histórica iniciada por Lovera encontró eminentes cultivadores en Martín Tovar y Tovar, Cristóbal Rojas y Arturo Michelena.


MUSICA: con la fundación de algunas escuelas fundamentales se inicio la enseñanza del canto llano, que más tarde paso a ser materia de estudio en la Universidad de Caracas. El propósito de la instrucción musical que se impartía era principalmente religioso a objeto que los estudiantes aprendieran e interpretaran en la Iglesia los cantos de la liturgia católica.


El conocimiento y el cultivo del arte musical comenzó propiamente en la segunda mitad del siglo XVIII (1770), gracias a los esfuerzos del padre Pedro Sojo y Juan Manuel Olivares, quienes fundaron en Caracas una academia de música entorno a la cual se formo un grupo de jóvenes talentosos cuya obra a quedado como testimonio del progreso musical alcanzado en las últimas décadas del período colonial.

En las composiciones musicales predominaron siempre los temas religiosos; hasta finales de la colonia cuando el movimiento de la independencia aportó nuevos motivos de inspiración para los nuevos artistas de la época.

En el caso la música se señala el hecho que fue a partir de esa época que se trajeron a Caracas los primeros texto de enseñanza musical, los primeros instrumentos y partituras de algunos compositores de la época.

“Los verdaderos fundadores del arte musical fueron Pedro Sojo y Juan Manuel Olivares en 1770. Aquel trajo de Roma un archivo de música clásica, texto de enseñanza y los primeros instrumentos de viento, aumentado después... Con Olivares estableció con Sojo la academia de música donde aprendieron Cayetano Carreño, autor de la oración del Huerto; José Ángel Lamas del popule meus. Lino Gallardo compositor festivo y Juan Landaeta futuro autor del Himno Nacional Gloria a Bravo Pueblo. Los primeros pianos llegan a Caracas en 1796. En 1797 el ayuntamiento mandó a construir un teatro (en las esquinas del conde Carmelita) donde se cantó una primera opera en 1810.


ARQUITECTURA: el estudio de la arquitectura como expresión cultural de la colonia es importante por la estrecha relación que tuvo con la fundación y crecimiento de las ciudades, las necesidades de la Iglesia Católica y la defensa del territorio de los ataques de piratas, corsarios y contrabandistas. Se le puede considerar, pues, en sus tres aspecto de arquitectura, civil, religiosa y militar.

Al fundar la ciudad el conquistador repartía solares para la construcciones de las casas de los vecinos, la Iglesia y la sede las autoridades de la nueva población. Las primeras viviendas se edificaron utilizando la técnica y los materiales indígenas. En la media que crecía la ciudad fueron surgiendo nuevas y mejores casas en las cuales aparecen cada vez mas la influencia de la arquitectura Española que mezclada con los aportes indígenas, dio origen a un tipo característico de vivienda que conocemos como casa colonial. La casa colonial tiene espacio más amplios, techos altos, paredes gruesas, fachadas con portales y ventanas, patios y corredores interiores.


La arquitectura civil no produjo en la colonia palacios ni casas suntuosas, como sucedió en posesiones más ricas del imperio español. Pero fué una arquitectura modesta, sencilla y sobria en el empleo de elementos decorativos costosos y en perfecta armonía con los recursos materiales del medio. Sin embargo las construcciones del periodo colonial fueron las de tipo religioso, tanto por sus caracteristicas arquitectónicas, como por el papel que desempeñaron en las tareas del culto y la evangelización de lo indígenas.


Otras edificaciones notables del periodo fueron los castillos fuertes, fortines y murallas levantadas en las costas y en el río Orinoco para defender la colonia de los frecuentes atacas de saqueadores extranjeros.


LA EDUCACIÓN: la característica anotadas de la cultura colonial se ponen en manifiesto, al estudiar el sistema de educación vigente durante el periodo. En primer termino, la iglesia católica tuvo en sus manos la orientación espiritual de la vida social e impuso su sello exclusivo a la enseñanza. En las escuelas, seminarios y universidades, el pensum de los estudios se reducía a materias religiosas y solo se podrían inscribirse en los planteles los hijos de familias blancas.


La primera publica elemental se fundo en Caracas en 1591, costeada mediante una asignación de 50 pesos que recogía en ayuntamiento entre los vecinos. Diez años mas tarde se estableció una cátedra de gramática; y funcionaban también estudios elementales en los conventos de la ciudad. En 1673 comenzó a funcionar el seminario de santa Rosa de Lima, bajo el gobierno del obispo el cual se trasformo a partir de 1725 en la “Real y Pontificia Universidad de Caracas”.


En las principales ciudades de la colonia fueron surgiendo escuelas elementales y colegios con las mismas características anotadas anteriormente. En Cumana, la segunda en importancia después de Caracas, no hubo escuelas de primeras letras hasta 1759 cuando se estableció en la ciudad una clase de gramática latina para instruir a los jóvenes que aspiraban a sacerdocio.


La educación colonial tuvo un carácter oscurantista y conservador destinado a fortalecer la monarquía absoluta y afincar los lazos de independencia de las colonias con la metrópolis. La introducción y distribución de libro y escrito subversivos era un delito grave que se castigaba hasta con la pena de muerte.

La Real y Pontificia universidad de Caracas fue foco de las ideas conservadoras de la colonia, y aun entrando en el siglo XIX y hasta la víspera de declararse la independencia, predominaba en ella un espíritu enteramente opuesto al de todo el mundo civilizado.


ALGUNOS ASPECTOS DE LA INFLUENCIAS O TRASCENDENCIA DE DEL MESTIZAJE EN LA CONFORMACIÓN DE LA CULTURA VENEZOLANA.

La población colonial fue el resultado de la mezcla de los aborígenes con los blancos y los negros. Como producto de esta unión surgió el mestizaje, cuyo numero e importancia a venia aumentado hasta nuestros días.

La formación del mestizaje constituye un rasgo típico de la colonización española, que la diferencia de la colonización inglesa que ocurrió en Norteamérica en el mismo período.

Por eso la importancia del mestizaje en la formación de la cultura venezolana que esta muy ligada a la variedad de las mezclas aborígenes que existieron en la época colonial.

Algunos aportes culturales dejados por los indígenas negros y blancos españoles.


ALIMENTACIÓN: En cuanto al aporte cultural de los indígenas fue recolección de la pesca, caza y pesca fueron actividades comunes a todos los grupos aborígenes. La recolección fue la ocupación más simple y primitiva de los indios. Los llanos y la selva ofrecieron las mejores condiciones para estas actividades, ligadas necesariamente a la pesca y a la caza y al carácter nómada de las tribus que las practicaban. Algunas tribus nómadas de los llanos se dedicaron de preferencia a la recolección del moriche, palmera típica de la región cuyo aprovechamiento por los indios dio origen a su uso muy variado.


Otro de los aportes de la alimentación de los indígenas es la agricultura, que entre los grupos de agricultores subsistían la caza, la pesca, y la recolección como actividades económicas secundarias. Entre ellos ya había división de trabajo: Los hombres hacían el desmonte para la siembra, confeccionaban las armas, pescaban y cazaban; las mujeres sembraban y recogían la cosecha, elaboraban utensilios, tejían a manos fibras vegetales, cuidaban de los niños y la vivienda.


INSTRUMENTO MUSICAL:

VESTUARIOS:

BAILES:

- Los Diablos Danzantes: En Venezuela, desde la época colonial, se celebraban fiestas con música y la presencia de personas con vestidos y máscaras de dragones, diablos y figuras gigantescas. De acuerdo con las crónicas de tiempos pasados, los diablos danzaban en la ciudad de Caracas, en El Sombrero y San Rafael de Orituco (Guarico), San Carlos y Tinaquillo (Cojedes), San Francisco de Asis, Villa de Cura, Santa Cruz, Maracay, Cata, Cuyagua, Chuao, Ocumare de la Costa y Turiamo (Aragua). Este último pueblo lo celebra actualmente en Maracay, pues sus pobladores fueron trasladados hacia esa ciudad. En Carabobo los lugares que celebran esta fiesta eran Guacara, Tocuyito, Canoabo y Patanemo, los Diablos de Patanemo todavía están activos.

Finalmente, mencionaremos a los más conocidos del país en la actualidad: los Diablos Danzantes del pueblo de San Francisco de Yare, en el Estado Miranda, y los de Naiguatá en el Distrito Federal.


De todas estas localidades mencionadas antes, sólo en algunas de ellas se mantiene activa la celebración. Entre éstas tenemos: los diablos de San Francisco de Yare, Naiguatá, Patanemo y los de los pueblos de la costa aragüeña.


Estos grupos de diablos son "hermandades" o "cofradias" de origen religioso. Asisten a la ceremonia religiosa en las iglesias el día de Corpus Christi y además danzan en las calles, plazas y casas de los respectivos poblados. En general, tienen una organización formal que conserva la tradición y los bienes del grupo; asimismo, su directiva guarda la disciplina en los ensayos y los actos del día jueves de Corpus Christi de cada año.

Aunque hay algunas diferencias en la forma de organizarse, todos los grupos tienen sus jefes o capataces y otras personas a las que se les asigna las diferentes responsabilidades: “perreros”, “arreadores”, “cajero” y “sayón” o “sayonas”.


También en la ceremonia la vestimenta, las mascaras, instrumentos musicales, los cantos y otros aspectos, presentan diferencias entre los grupos de la costa y los de Yare.

- El Tamunangue: El Tamunangue es una de las manifestaciones más completas de nuestro folklore. Al igual que otras expresiones de la cultura popular tradicional, no tiene características únicas en las regiones donde es mas extendida: el estado Lara y parte del estado Yaracuy.


En términos generales, este consta de varios "sones" o partes:

a) La batalla.

b) La bella.

c) El yibivamo o chichivamo.

d) La Columba (colunga o calunga) o “Perrendenga”.

e) El poco a poco o los calambres.

f) El galerón.

g) El seis corrió o seis floriao.


La celebración de este conjunto de danzas y ceremonias de origen indígena, africano y español, se hace en honor a San Antonio. Aunque en la región a todo junio le llaman el mes de San Antonio, es en los días 12 y 13 cuando la fiesta llega a su mayor intensidad.


El día del santo, o cuando se quiere pagar una promesa delante de la imagen de dicho santo en otra época del año, se le hacen reverencias a la imagen y se le canta.

La coreografía ejecutada a través de los sucesivos "sones" antes enumerados, se realiza bajo la dirección de un “capitán” que coordina los movimientos de los que danzan rítmicamente al compás de la música de cuatros y tambores, y de las voces de un coro que acompaña al solista.


En la parte de “la batalla”, los participantes simulan un combate usando garrotes, en la de “los calambres” los bailadores hacen un gran esfuerzo de mímica para simular temblores y calambres en las piernas, y en la parte final, grupos de seis personas (hombres y mujeres) realizan las hermosas “figuras” al son de las décimas cantadas a dúo y dirigidas por el “capitán” con una varita en la mano.

- La Fiesta de San Benito: A diferencia de la zona del centro del país, donde las fiestas más importantes son las de San Juan Bautista (23 y 24 de junio) y la de San Pedro (28 y 29 de junio) la celebración en honor a San Benito de Palermo es la fundamental en la parte occidental de Venezuela, especialmente en algunas comunidades situadas en los estados Táchira, Mérida, Trujillo, Zulia y Lara. Entre ellas podemos nombrar: Betijoque, La Ceiba, Gibraltar, Bobures, Mucuchíes y Timotes.


La imagen de San Benito, un santo de color negro, es venerada con fervor popular en los pueblos cercanos a las costas de la parte sur del lago de Maracaibo, especialmente en los que pertenecen al estado Zulia y Trujillo.

La celebración más festiva en honor al santo patrón se hace en el mes de diciembre. La imagen es sacada en procesión por las calles. Los devotos bailan y pagan promesas. Los llamados vasallos del santo organizan una fiesta colectiva del toque y baile de tambores llamada “chimbangle”. En esta fiesta los participantes se cubren la cabeza con una “coroza” o gorra ritual y se visten con una especie de guayuco de fibras de palmiche.


Referencias bibliográficas: CAMERON, Rondo. Historia económica mundial desde el paleolítico hasta el presente. Madrid- Alianza, 1991, págs. 346-348. KINDER, Hermann; y HILGEMANN, Werner. Atlas histórico mundial. Madrid.- Istmo, 1983, tomo II, págs. 110-135. SILLS, David L. Enciclopedia Internacional de las Ciencias Sociales. Madrid- Aguilar, 1979, volumen 2, págs. 445-454. TORTELLA, Gabriel. La revolución del siglo XX. Madrid- Taurus, 2000, págs. 51- 74.



EL MESTIZAJE


Podría definirse como el encuentro biológico y cultural de etnias diferentes, en el que éstas se mezclan, dando origen a nuevas. Se utiliza con frecuencia este término para describir el proceso histórico sucedido en Iberoamérica que la llevó a su estado racial y cultural actual. Sin embargo, puede también referirse a otros pueblos que hayan atravesado un proceso de encuentro entre varias etnias, en lugares como Filipinas, Sudáfrica o Estados Unidos.


El mestizaje existe desde los primordios de la humanidad, provocado por el contacto inevitable de grupos diferentes de seres humanos. A partir de la modernidad, este proceso se torna cada vez más rápido, con el advenimiento de nuevas tecnologías, medios de transporte, una organización mundial más compleja e interrelacionada y un desprendimiento parcial conseguido por el hombre moderno de prejuicios en este sentido.


En la historia de las naciones modernas, el mestizaje fue atravezado por numerosos factores, como el clima, las particularidades culturales de cada comunidad, u otros aspectos que provocaron que en diferentes regiones dentro de un mismo país, el mestizaje haya sucedido en diferentes rítmos y grados de profundidad. El ejemplo latinoamericano es notable, puesto que ejemplifica una mezcla étnica expandida por gran parte del territorio.


EL MESTIZAJE EN VENEZUELA


El vocablo significa cruzamiento biológico entre individuos pertenecientes a razas diferentes, y por extensión a la mezcla de culturas diferentes, aunque para esto último se utiliza la palabra «aculturación» y con más propiedad la de «transculturación». Mestizo se denominó en la América colonial al hijo de un español y una india, y en términos amplios, a quien descendía de ancestros españoles e indígenas en algún grado, por lo que el mestizaje calificó usualmente el intercambio entre españoles e indios, si bien el término es igualmente válido para cualquier otro tipo de cruzamiento biológico interétnico. De aquí que el término «raza» sea tan controvertido, ya que no existe ninguna pura o propiamente dicha. Se acepta no obstante la existencia de 3 grupos raciales, que son los caucasoides o blancos, los mongoloides o amarillos, y los africánidos o negros, pero es imposible establecer subdivisiones raciales dentro de ellos, como han pretendido algunos planteamientos políticos racistas. Los 3 troncos raciales se han conformado mediante un largo proceso de interacción genética en el que han influido elementos mutacionales, de selección y de influencia ambiental, que han producido ciertas variantes de tipo físico, transmisibles parcialmente de padres a hijos, según las leyes de la herencia.


El mestizaje interétnico es un fenómeno que se produce desde la Prehistoria. En Europa fue particularmente importante a comienzos de la Edad Media, con grandes migraciones de pueblos nórdicos y asiáticos, y continuó luego ininterrumpidamente, produciendo verdaderos complejos étnicos. La ampliación del mundo, producida por el descubrimiento de América a fines del siglo XV, activó aún más el mestizaje, especialmente en el Nuevo Continente, en donde afluyeron grupos muy diversos: españoles, portugueses, franceses, africanos, etc. El mestizaje fundamental se dio, como señalamos, entre los españoles, los indios y los negros, ninguno de los cuales era obviamente una raza; los españoles, por ejemplo, procedían de ancestros muy diversos: indoeuropeos, semitas y camitas y los indios eran producto del cruzamiento de grupos mongoloides, australianos, malayo-polinésicos y del sureste asiático.


El mestizaje de españoles e indios se inició en el primer viaje de Cristóbal Colón, y aumentó con el proceso de colonización, por razones muy diversas: el escaso número de mujeres españolas durante los primeros años de colonización (apenas un 10% de los hombres); los factores de prestigio favorables a la unión de mujer india con el español; los escasos prejuicios raciales de éste (el español tenía muchos prejuicios religiosos y hasta sociales, pero no raciales); los regalos de mujeres indígenas a los conquistadores como garantía de tratados de paz; la juventud de los pobladores ibéricos (su promedio de 20 años); y la ruptura de los rígidos patrones culturales ibéricos en el medio americano.


La aparición de los mestizos fue una sorpresa para la Corona, que había pensado en una sociedad indiana bipolar de españoles e indios, pero fue interpretada como una unión de las 2 «razas», que consolidaba, en definitiva, el dominio español. Los mestizos gozaron de gran prestigio a comienzos de la colonización pues sus padres eran conquistadores, y a menudo, sus madres eran mujeres indígenas de gran rango, y fueron adscritos al grupo español. El Inca Garcilaso de la Vega es quizá el mejor representante de esta generación, que se sintió muy orgullosa de sus ancestros. La situación comenzó a cambiar de signo al promediar el siglo XVI, cuando aumentó el prestigio de los criollos y bajó el de los mestizos, pues estos últimos fueron ya frecuentemente resultado de uniones ilegítimas.


No representaban aún ningún peligro para la sociedad dominante, pues se les prohibió ejercer determinados oficios sin autorización real, portar armas y ser caciques en los pueblos de indios. La situación se agravó en el siglo XVIII, cuando su enorme crecimiento demográfico empezó a alarmar a los estamentos dominantes. Téngase en cuenta que los mestizos eran en Hispanoamérica el 3,5% de la población a mediados del siglo XVII (según Ángel Rosenblat) y un siglo después representaban ya el 28% de la misma, convirtiéndose en un elemento desestabilizador de la sociedad, pues presionaban sobre las tierras de los indios y respaldaban todo tipo de agitación, como ocurrió en las revoluciones antifiscales, e intervinieron también decisivamente en el movimiento emancipador.


Mestizaje fue también el cruce entre españoles y negros, cuya primera hibridación fue llamada mulato. El problema fue igualmente insignificante al principio, pero aumentó de grado cuando se produjo el gran tráfico esclavista para el laboreo de las minas y las haciendas. Las mezclas fueron cada vez más complejas, como el cuarterón (español y mulato), el quinterón (español y cuarterón) etc., especialmente en la zona circuncaribe.

También se produjo el mestizaje de indios y negros cuyos resultantes fueron llamados zambos. El mestizaje originó en Hispanoamérica una sociedad estamentalizada, en la que el grupo «blanco» dominante, especialmente en los sectores urbanos, comenzó a subclasificar a los distintos grupos humanos producidos por los cruces; surgieron así los exóticos nombres de las «castas» tales como castizo, morisco, lobo, jíbaro, coyote, etc., y los aún más curiosos de «salto atrás», «tente en el aire», etc.


En Venezuela, como en el resto de las posesiones españolas, el proceso de mestizaje primario, como resultado del cruce hispano-indio, se inició desde las décadas de 1520 y 1530, tanto en la región de Cubagua y Margarita al oriente, como en Curazao y Coro al occidente. La progenie resultante del español con la india era biológicamente mestiza pero desde el punto de vista cultural, se dieron 2 situaciones extremas: cuando el hijo permanecía junto a la madre en el ambiente aborigen, era un mestizo aindiado; cuando permanecía en el ambiente del padre y era tomado en cuenta por éste, se convertía en un mestizo hispanizado; estos últimos tuvieron una actuación notable sobre todo durante la segunda mitad del siglo XVI, como lo demuestra el caso de Francisco Fajardo quien, además del español, hablaba varias lenguas aborígenes. Posteriormente, con la llegada de mujeres españolas y la presencia del esclavo africano, el mestizaje se hizo más complejo y ya en el siglo XVIII, como resultado de varios cruces entre individuos que tenían antepasados europeos indios y negros, surgió el estrato social de los pardos, término comúnmente utilizado para señalar, exclusivamente, la mezcla de negro con blanco. Eduardo Arcila Farías ha señalado que en la provincia de Caracas y en vísperas de la emancipación, éstos eran 37,8% de la población, mientras que los blancos (entre los que se contaban los mestizos hispanizados), apenas llegaban al 25,6%; estos originaron entonces un movimiento discriminatorio hacia los pardos, que se reflejó en su oposición a las denominadas cédulas de «gracias al sacar», privilegio dado por la Corona para que los pardos pudieran acceder a determinados oficios, mediante el pago de unas sumas de dinero. La Guerra de Independencia y los nuevos gobiernos republicanos abolieron formalmente las distinciones humanas producidas por el mestizaje, pero las poblaciones mezcladas siguieron marginadas durante una buena parte del siglo XIX. El acceso de estos grupos a la sociedad dominante ha sido un fenómeno del siglo XX y acompañó por lo regular, a las grandes convulsiones político-sociales. En términos generales el mestizaje ha acompañado siempre a las grandes civilizaciones del mundo y el aislamiento étnico ha sido propio de culturas primitivas.


Referencias bibliográficas: LEMMO, ANGELINA. Y tenemos de todos los reinos: opúsculo tentativo sobre la idiosincrasia del venezolano. Caracas: Fondo Editorial Facultad de Humanidades y Educación, Universidad Central de Venezuela, 1986; MORENO GÓMEZ, LUIS. País pardo. Caracas: Cromotip, 1987; ROSENBLAT, ÁNGEL. La población indígena y el mestizaje en América. Buenos Aires: Editorial Nova, 1954. 2 v.; SÁNCHEZ ALBORNOZ, NICOLÁS. La población de América Latina desde los tiempos precolombinos al año 2.000. Madrid: Alianza Editorial, 1973; USLAR PIETRI, ARTURO. El mestizaje y el Nuevo Mundo. Caracas: s.n., 1967; __. Veinticinco ensayos. Caracas: Monte Ávila, 1969.



Gracias...

2 comentarios:

  1. Carmen Susana Leòn R.30 de noviembre de 2009, 22:25

    Buenas noches prof. Enrique, nuevamente gracias por su valiosa colaboraciòn. De verdad lo felicito... Ojalà todos los educadores implementaran su mètodo de estudio... seria buenìsimo. Le dejo mi asistencia y las buenas noches. Nuevamente estarè en clases, luego le explico los motivos de mi ausencia. Hasta el viernes.

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  2. Corrijo... su mètodo de enseñanza. chao prof.

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